D-Manosa: El azúcar que combate las infecciones urinarias, por Urocran.

D-Manosa: El azúcar que combate las infecciones urinarias

La D-Manosa es un monosacárido que se encuentra en frutas como los arándanos y tiene la capacidad de prevenir infecciones del tracto urinario al interferir con la adhesión de bacterias.

Introducción a la D-Manosa

¿Qué es la D-Manosa?

La D-Manosa es un monosacárido simple que se encuentra de forma natural en frutas como los arándanos, manzanas y melocotones. Este azúcar ha ganado reconocimiento por su capacidad para interferir con la adhesión de bacterias en el tracto urinario, lo que contribuye a prevenir infecciones. Al ser un componente natural, la D-Manosa ofrece una alternativa a ciertos tratamientos convencionales para las infecciones del tracto urinario.

Un ejemplo que ilustra la eficacia de la D-Manosa es un estudio clínico que demostró que el uso de 2 gramos de D-Manosa redujo significativamente la recurrencia de infecciones del tracto urinario en mujeres, con un 80 % de las participantes sin experimentar nuevos episodios, un resultado comparable al tratamiento con antibióticos. Esta evidencia respalda la importancia de la D-Manosa como un recurso efectivo en el manejo de las infecciones del tracto urinario.

Origen Natural y Producción

Extraída de la madera de abedul y presente en cantidades reducidas en algunas plantas y frutas, la D-Manosa se obtiene comercialmente mediante la hidrólisis de la sacarosa o la glucosa. Este proceso de producción garantiza la disponibilidad de D-Manosa para su uso en suplementos y tratamientos relacionados con la salud urinaria.

En un contexto más amplio, la D-Manosa se encuentra no solo en frutas, sino también en hongos y algas marinas.

Mecanismo de Acción

La D-Manosa ejerce su acción al evitar la adhesión de bacterias a las células del tracto urinario, lo que facilita su expulsión a través de la orina. Esta capacidad antiadhesiva es fundamental en el tratamiento y la prevención de infecciones urinarias, destacando el papel clave que desempeña la D-Manosa en la salud del sistema urinario.

Un estudio realizado por la Cochrane Collaboration evaluó la eficacia de la D-Manosa en la prevención y tratamiento de infecciones urinarias en adultos y niños. Aunque los resultados son inconclusos debido a la variabilidad en las preparaciones estudiadas, se destaca que la D-Manosa puede ser una opción prometedora para ciertos casos de infecciones del tracto urinario. Esta revisión evidencia la relevancia de seguir explorando el potencial terapéutico de la D-Manosa en diversas poblaciones y condiciones clínicas.

Eficacia de la D-Manosa en Infecciones del Tracto Urinario

Estudios Clínicos y Resultados

Investigaciones han demostrado de manera consistente que la D-Manosa puede reducir significativamente la recurrencia de infecciones del tracto urinario en mujeres. Estudios clínicos respaldan la efectividad de la D-Manosa en la prevención de infecciones urinarias, con la Colaboración Cochrane respaldando su uso. Estos hallazgos subrayan el potencial de la D-Manosa como una herramienta efectiva en el manejo de las infecciones del tracto urinario.

Otro ejemplo que destaca la efectividad de la D-Manosa es su rápida acción contra la cistitis. En un estudio, se observó que más del 90% de las bacterias se desprendieron de la pared de la vejiga después de solo 30 minutos de contacto con la D-Manosa, lo que evidencia su capacidad para combatir eficazmente las infecciones del tracto urinario. Esta acción rápida y específica la convierte en un recurso valioso en el tratamiento de afecciones urinarias.

Aplicaciones Clínicas

La versatilidad de la D-Manosa se refleja en su aplicación tanto como tratamiento agudo como preventivo en casos de infecciones urinarias recurrentes. Su capacidad antiadhesivo frente a las bacterias la posiciona como una alternativa valiosa a los antibióticos en determinadas circunstancias. La diversidad de sus aplicaciones clínicas resalta la importancia de la D-Manosa en el campo de la urología y la salud urinaria.

En una revisión sistemática y metaanálisis sobre la eficacia de la D-Manosa para prevenir infecciones urinarias, se encontró que este compuesto es protector contra las infecciones recurrentes en comparación con el placebo, mostrando una eficacia similar a la de los antibióticos preventivos. Estos resultados respaldan el uso de la D-Manosa como una alternativa prometedora en la prevención de infecciones del tracto urinario, abriendo nuevas posibilidades terapéuticas para aquellos con historial de infecciones recurrentes.

Variantes de Presentación

Para adaptarse a las preferencias individuales, la D-Manosa se encuentra disponible en diversas presentaciones como comprimidos, polvo y líquido. Esta variedad de formatos facilita su uso y consumo, permitiendo a los usuarios seleccionar la opción más conveniente para sus necesidades específicas.

Un ejemplo de la variedad de presentaciones de la D-Manosa es el producto Urocran Forte, que combina D-Manosa con probióticos intestinales y extracto de arándano rojo para ofrecer una solución completa en la prevención de infecciones urinarias recurrentes. Esta diversidad de opciones proporciona flexibilidad a los usuarios para elegir la presentación que mejor se ajuste a sus preferencias y necesidades clínicas.

Usos y Dosis Recomendadas

Cómo Tomar D-Manosa

La dosis típica de D-Manosa para adultos es de 2 a 3 gramos, dos veces al día, durante episodios de infección urinaria aguda. Se recomienda consumir D-Manosa con agua y alejado de las comidas para una mejor absorción.

Una consideración importante al tomar D-Manosa es su combinación con otros tratamientos, como los antibióticos. Se ha observado que la D-Manosa puede complementar la acción de los antibióticos en el tratamiento de infecciones urinarias, mejorando la eficacia global del tratamiento. Esta sinergia entre la D-Manosa y los antibióticos destaca la importancia de considerar enfoques integrales en el manejo de las infecciones del tracto urinario.

Combinación con Otros Tratamientos

La D-Manosa puede complementar el uso de antibióticos en el tratamiento de infecciones urinarias, potenciando su efectividad.

Un aspecto relevante a tener en cuenta es la posible combinación de la D-Manosa con otros tratamientos naturales o convencionales. Por ejemplo, la D-Manosa ha demostrado ser eficaz cuando se combina con probióticos intestinales y extracto de arándano rojo, como en el caso de Urocran Forte. Esta combinación de ingredientes activos puede ofrecer beneficios complementarios y sinérgicos en el tratamiento y prevención de infecciones urinarias, abriendo nuevas posibilidades terapéuticas para aquellos que buscan enfoques integrales y holísticos para su salud urinaria.

D-Manosa Vs. Arándano Rojo

Propiedades Comparativas

La comparación entre la D-Manosa y el arándano rojo en el tratamiento de infecciones urinarias revela diferencias significativas en su mecanismo de acción y eficacia. Mientras que el arándano rojo ha sido tradicionalmente utilizado para prevenir infecciones urinarias debido a sus propiedades antiadherentes, la D-Manosa ha emergido como un agente más efectivo en este sentido. Por ejemplo, estudios han demostrado que la D-Manosa tiene una eficacia antiadhesiva hasta 50 veces mayor que la del arándano rojo. Esta característica es fundamental, ya que la capacidad de la D-Manosa para interferir con la adhesión de bacterias en el tracto urinario puede contribuir significativamente a la prevención y tratamiento de infecciones del sistema urinario.

Además, la D-Manosa se destaca por su acción selectiva contra la bacteria Escherichia coli, responsable del 90 % de las infecciones urinarias. A diferencia de los arándanos rojos, cuya eficacia puede variar, la D-Manosa ha demostrado consistentemente su capacidad para prevenir la adhesión de E. coli a las células del tracto urinario y facilitar su eliminación a través de la orina. Esta especificidad en el combate contra la bacteria predominante en las infecciones urinarias la convierte en una alternativa más precisa y efectiva en comparación con el arándano rojo.

Un estudio comparativo entre la D-Manosa y el arándano rojo destacó que la D-Manosa es absorbida rápidamente en el tracto gastrointestinal, con aproximadamente el 90 % de esta sustancia presente en la sangre una hora después de su ingesta. Esta rápida absorción la convierte en una opción eficaz para el tratamiento y la prevención de infecciones urinarias, ofreciendo resultados rápidos y beneficiosos para los pacientes.

la D-Manosa tiene una eficacia antiadhesiva hasta 50 veces mayor que la del arándano rojo

Fuentes Naturales de D-Manosa

Alimentos Ricos en D-Manosa

Además de encontrarse en frutas como arándanos, manzanas y melocotones, la D-Manosa también se puede hallar en una variedad de alimentos más allá de las frutas. Por ejemplo, los hongos son una excelente fuente natural de D-Manosa. Los hongos, tanto cocidos como crudos, contienen cantidades significativas de este monosacárido, lo que los convierte en una opción adicional para aquellos que buscan incorporar D-Manosa en su dieta diaria. Incluir hongos en platos como ensaladas, guisos o salteados puede ser una manera sabrosa de obtener los beneficios de la D-Manosa.

Además, algunas algas marinas también contienen D-Manosa. Las algas, ampliamente utilizadas en la cocina asiática, no solo aportan sabor y textura a los platos, sino que también pueden ser una fuente poco convencional pero efectiva de D-Manosa. Incorporar algas marinas en sopas, ensaladas o platos de sushi puede ser una forma creativa de aumentar la ingesta de este monosacárido beneficioso para la salud del tracto urinario y el bienestar general.

En un contexto más amplio, la presencia de D-Manosa en una variedad de alimentos naturales destaca la accesibilidad de este compuesto y su potencial beneficio para aquellos que buscan mejorar su salud urinaria a través de la dieta. La diversidad de fuentes naturales de D-Manosa, que incluyen frutas, hongos y algas marinas, ofrece opciones versátiles para incorporar este monosacárido en la alimentación diaria, brindando una alternativa natural y efectiva para el cuidado del tracto urinario.

Tratamientos Complementarios con D-Manosa

Urocran y su altísima efectividad de triple precisión

Urocran Forte es un suplemento innovador que combina D-Manosa, probióticos intestinales y extracto de arándano rojo para ofrecer una solución integral en la prevención de infecciones urinarias recurrentes. Esta fórmula única ha sido diseñada cuidadosamente para abordar las causas subyacentes de las infecciones del tracto urinario, ofreciendo beneficios tanto preventivos como terapéuticos.

La eficacia de Urocran Forte radica en la sinergia de sus ingredientes activos. La D-Manosa actúa como un agente antiadhesivo que evita que las bacterias se adhieran a las paredes del tracto urinario, facilitando su expulsión a través de la micción. Por otro lado, los probióticos intestinales contribuyen a mantener un equilibrio saludable de la microbiota, fortaleciendo el sistema inmunitario y promoviendo una óptima salud urinaria. Además, el extracto de arándano rojo, conocido por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, complementa la acción de la D-Manosa al ayudar a prevenir la adherencia bacteriana y a reducir la inflamación en el tracto urinario.

La combinación de estos ingredientes en Urocran Forte no solo ofrece una protección efectiva contra las infecciones urinarias recurrentes, sino que también promueve la salud general del tracto urinario. Si buscas una alternativa natural y completa para el tratamiento y la prevención de las infecciones del tracto urinario, Urocran Forte es la opción a considerar.

La eficacia de Urocran Forte se basa en la combinación equilibrada de ingredientes activos, que actúan sinérgicamente para abordar las causas subyacentes de las infecciones urinarias recurrentes. Al incorporar D-Manosa, probióticos intestinales y extracto de arándano rojo, este suplemento ofrece una solución integral para el manejo de las infecciones del tracto urinario, brindando beneficios tanto preventivos como terapéuticos. La formulación cuidadosa de Urocran Forte destaca la importancia de abordar la salud urinaria de manera holística, considerando diversos aspectos que influyen en la prevención y tratamiento de las infecciones urinarias.

Investigaciones Futuras y Recomendaciones

Necesidades de Investigación

Para avanzar en el conocimiento sobre la D-Manosa, es crucial llevar a cabo investigaciones adicionales que aborden diversas áreas. Una de las áreas de interés es la determinación de la dosis óptima de D-Manosa para diferentes afecciones y perfiles de pacientes. Establecer la cantidad exacta necesaria para obtener resultados óptimos en el tratamiento de infecciones del tracto urinario podría ser fundamental para mejorar la eficacia de este compuesto.

Además, es esencial investigar más a fondo la eficacia de la D-Manosa en poblaciones específicas, como mujeres embarazadas, niños y pacientes con estados médicos subyacentes. Comprender cómo la D-Manosa puede beneficiar a estos grupos y si existen precauciones especiales a considerar en su uso es considerable para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento. En este sentido, estudios que evalúen la interacción de la D-Manosa con otras condiciones de salud y medicamentos podrían proporcionar información valiosa para su aplicación clínica.

La investigación futura sobre la D-Manosa debería enfocarse en abordar estas brechas de conocimiento, con el objetivo de mejorar la comprensión de este compuesto y optimizar su uso en el tratamiento de infecciones del tracto urinario. Estudios adicionales que investiguen la eficacia, seguridad y dosificación


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Recomendaciones para la higiene íntima de la mujer

Recomendaciones para la higiene íntima de la mujer

La higiene íntima femenina desempeña un papel crucial en la salud general de las mujeres, y requiere un cuidado específico debido a sus particularidades.

Este artículo proporcionará una guía exhaustiva sobre cómo mantener una buena higiene íntima femenina, prevenir infecciones y otros problemas relacionados.

Sobre la zona íntima

La zona íntima femenina es una región delicada con condiciones especiales de acidez, humedad y temperatura. Alberga una serie de bacterias benignas que mantienen un equilibrio sutil y proporcionan una barrera defensiva contra las infecciones.

Este equilibrio puede verse alterado por diversos factores, lo cual puede dar como resultado infecciones causadas principalmente por bacterias, hongos e incluso virus.

¿Por qué es diferente la zona íntima femenina?

A diferencia de otras áreas del cuerpo, la zona íntima femenina es propensa a la infección y la irritación debido a su pH vaginal ácido, que puede verse afectado fácilmente por factores como la ropa ajustada, la falta de ventilación y el uso de productos de higiene inadecuados. Cuando el pH se desajusta, se crea el ambiente perfecto para la proliferación de bacterias y hongos.

La importancia de la higiene íntima femenina

La higiene íntima femenina adecuada es esencial para prevenir infecciones y afecta directamente a nuestra calidad de vida. Puede ayudar a evitar infecciones vaginales, como la vaginosis bacteriana y la candidiasis vaginal, así como infecciones del tracto urinario.

Además, una correcta higiene íntima puede prevenir la irritación y el mal olor en la zona genital.

Recomendaciones para una higiene íntima femenina adecuada

Usa los productos adecuados

Es recomendable utilizar productos que contengan agentes limpiadores neutros que no alteren el pH de la mucosa genital y que no causen irritación ni sequedad.

Evita los productos perfumados Se debe moderar o evitar el uso de desodorantes íntimos o productos perfumados, ya que estos productos, además de ser potencialmente irritantes y alergénicos, pueden enmascarar los síntomas de una afección que requiera tratamiento.

Evitar las duchas vaginales

Las duchas vaginales pueden eliminar microorganismos necesarios para proteger el equilibrio natural de la vagina y aumentar el riesgo de infecciones.

Es suficiente con lavar los genitales externamente con agua o con un gel íntimo especializado, sin perfume.

Mantener la zona genital limpia y seca 

Es importante mantener la zona genital limpia y seca. Para la higiene íntima, se puede utilizar un jabón neutro, solo agua o agua con bicarbonato. Se debe secar la zona sin restregar.

Cuidados durante la menstruación 

Durante la menstruación, es especialmente importante mantener una higiene íntima adecuada para evitar infecciones. Se recomienda cambiar regularmente los tampones o compresas y evitar los productos con fragancias.

Cuidados durante el embarazo 

El embarazo puede provocar cambios en el pH vaginal, lo que aumenta el riesgo de infecciones. Por lo tanto, es crucial mantener una buena higiene íntima durante este período.

La ropa y la higiene íntima 

La elección de la ropa también puede afectar a la salud íntima. Por ejemplo, la ropa interior ajustada y poco transpirable puede crear un ambiente húmedo que favorece el crecimiento de bacterias y hongos. Es preferible optar por ropa interior de algodón y evitar la ropa demasiado ajustada.

La alimentación y la higiene íntima 

La dieta también puede desempeñar un papel en la salud íntima. Por ejemplo, una dieta rica en azúcares puede favorecer el crecimiento de hongos como la Candida. Se recomienda mantener una dieta equilibrada para garantizar una buena salud íntima.

El papel del médico 

Es importante visitar regularmente al médico para hacer revisiones y discutir cualquier preocupación relacionada con la higiene íntima. El médico puede proporcionar consejos personalizados y tratamiento en caso de infecciones u otros problemas.

Hábitos saludables 

Además de las recomendaciones específicas para la higiene íntima, también es importante mantener hábitos saludables en general, como beber suficiente agua, mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente.

La higiene íntima femenina es un aspecto crucial de la salud general de las mujeres. Siguiendo las recomendaciones proporcionadas en este artículo, las mujeres pueden mantener una buena salud íntima y prevenir infecciones y otros problemas.

Además, es un tema que puede generar muchas preguntas e inseguridades. Por lo tanto, siempre es aconsejable discutir cualquier preocupación con un médico.


Vejiga hiperactiva ¿Qué es?

Vejiga hiperactiva ¿Qué es?

La vejiga hiperactiva, también conocida por sus siglas en inglés, OAB (Overactive Bladder), es una disfunción de la vejiga que provoca una necesidad urgente e incontrolable de orinar. Esta afección puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen, ya que los síntomas pueden ser molestos y, en algunos casos, pueden interferir notablemente con nuestro día a día. Sin embargo, con el asesoramiento y el tratamiento adecuados, los síntomas gestionarse de manera efectiva, permitiendo a quienes la padecen llevar una vida más cómoda y plena.

En este artículo, profundizaremos en qué es exactamente la vejiga hiperactiva, sus variados síntomas, las posibles causas subyacentes y las múltiples opciones de tratamiento que existen. 

¿Qué es la vejiga hiperactiva?

La vejiga hiperactiva es un trastorno funcional de la vejiga que se caracteriza por la necesidad repentina e incontrolable de orinar. Aquellas personas que la experimentan sienten la urgencia de orinar con frecuencia a lo largo del día y la noche, lo que a menudo viene acompañado de episodios de incontinencia, que es la pérdida involuntaria de orina. 

Estos síntomas pueden variar en intensidad y causar angustia a quienes los padecen, afectando su calidad de vida y su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas.

Síntomas de la vejiga hiperactiva

Los síntomas asociados con la vejiga hiperactiva pueden variar de persona a persona, pero los más comunes incluyen:

  1. Necesidad urgente y repentina de orinar: Uno de los síntomas más notorios de la OAB es la urgencia incontrolable de orinar, lo que puede llevar a situaciones incómodas y angustiantes.
  2. Frecuencia urinaria aumentada: Las personas con vejiga hiperactiva pueden sentir la necesidad de orinar con una frecuencia inusualmente alta, superando las ocho veces en un período de 24 horas.
  3. Nocturia: Este término se refiere a la necesidad de despertarse dos o más veces durante la noche para orinar. La nocturia puede interrumpir el sueño y causar fatiga durante el día.
  4. Incontinencia urinaria: La incontinencia se presenta cuando se produce una pérdida involuntaria de orina justo después de sentir la necesidad urgente de orinar. Esto puede ser particularmente embarazoso y afectar la confianza de quien la padece.

Estos síntomas pueden causar angustia y, en muchos casos, interferir significativamente en nuestro día a día. Sobre todo se ven afectados nuestro entorno laboral, interacciones sociales y la calidad del sueño.

Causas de la vejiga hiperactiva

La vejiga hiperactiva puede tener diversas causas, y su origen a menudo es multifactorial. Algunos de los factores que pueden contribuir a esta afección incluyen:

  1. Cambios en el sistema nervioso: Los daños o alteraciones en los nervios que controlan la vejiga pueden ser una causa subyacente de la vejiga hiperactiva. Estos cambios pueden comprometer la capacidad de la vejiga para funcionar adecuadamente, dando lugar a los síntomas mencionados anteriormente.
  2. Envejecimiento: La edad es un factor a considerar, ya que la vejiga hiperactiva es más común en personas mayores. Los cambios naturales en el cuerpo que ocurren con el envejecimiento, como la disminución de la capacidad de la vejiga para retener la orina, pueden contribuir a esta condición.
  3. Enfermedades subyacentes: Algunas enfermedades neurológicas, como el Parkinson y la esclerosis múltiple, pueden afectar negativamente el funcionamiento de la vejiga y provocar OAB.
  4. Hábitos y estilo de vida: Los hábitos también pueden influir en el desarrollo de la vejiga hiperactiva. El consumo excesivo de líquidos, la ingesta de cafeína y alcohol, así como ciertos medicamentos, pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta afección.

Diagnóstico de la vejiga hiperactiva

El diagnóstico de la vejiga hiperactiva se basa en una evaluación exhaustiva que incluye la revisión de los síntomas, la historia clínica del paciente y un examen físico realizado por un médico. En algunos casos, se pueden solicitar pruebas adicionales para descartar otros estados médicos que puedan presentar síntomas similares. Estas pruebas pueden incluir análisis de orina para descartar infecciones urinarias y una prueba de estrés de la vejiga para evaluar la función de los músculos del suelo pélvico y su capacidad de retención.

Tratamiento de la vejiga hiperactiva

El tratamiento de la vejiga hiperactiva se personaliza según la gravedad de los síntomas y la respuesta del paciente a las terapias iniciales. Las opciones de tratamiento disponibles incluyen:

  1. Cambios en el estilo de vida: En muchos casos, se pueden lograr mejoras significativas a través de pequeños cambios en nuestra rutina. Estos pueden incluir la reducción de la ingesta de líquidos antes de acostarse, evitar el consumo de cafeína y alcohol, y la realización de ejercicios específicos para fortalecer el suelo pélvico. Estos cambios pueden ayudar a reducir la frecuencia y la urgencia de las micciones.
  2. Medicamentos: Existen varios medicamentos disponibles que pueden ayudar a controlar los síntomas de la vejiga hiperactiva. Pueden actuar de diferentes maneras, ya sea relajando la vejiga o bloqueando las señales nerviosas que desencadenan la urgencia y la incontinencia. Es fundamental que el médico determine la opción más adecuada según las necesidades individuales del paciente.
  3. Terapias: En algunos casos, las terapias especializadas pueden ser beneficiosas. Una de ellas es la neuromodulación, que utiliza corrientes eléctricas para modular y regular las señales nerviosas que controlan la vejiga. Esta terapia puede ser especialmente útil para pacientes que no responden adecuadamente a otros tratamientos.
  4. Cirugía: En situaciones graves o cuando otros tratamientos no han sido efectivos, la cirugía puede ser considerada como una opción. Los procedimientos quirúrgicos pueden incluir el aumento de la capacidad de la vejiga o la implantación de dispositivos médicos que ayuden a controlar las señales nerviosas relacionadas con la vejiga.

Conclusión

En resumen, la vejiga hiperactiva es una afección que puede ser desafiante, pero no insuperable. Con el tratamiento adecuado y el apoyo de profesionales de la salud, es posible controlar los síntomas y mejorar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. Si experimenta síntomas de vejiga hiperactiva, es fundamental que busque la atención de un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y discutir las opciones de tratamiento disponibles.


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Análisis detallado del color de la orina: Lo que revela sobre tu salud

Análisis detallado del color de la orina: Lo que revela sobre tu salud

La tonalidad de nuestra orina puede decirnos mucho acerca de nuestra salud. Aunque puede variar durante el día dependiendo de varios factores, cualquier cambio significativo y persistente puede ser una señal de alerta.

En este artículo, vamos a profundizar en lo que el color de tu orina puede estar indicando sobre tu bienestar físico.

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Introducción

La orina es un líquido biológico que se produce en nuestros riñones como resultado de la filtración de la sangre. En condiciones normales, tiene un color que va de amarillo claro a ámbar. 

Sin embargo, su tonalidad puede cambiar debido a diversas circunstancias como la hidratación, la ingesta de ciertos alimentos o medicamentos, y la presencia de enfermedades.

El significado del color de la orina

El color de la orina puede variar de transparente a un tono marrón oscuro. A continuación, explicaremos lo que cada tonalidad podría indicar sobre tu salud.

Orina incolora o transparente

Si tu orina es transparente o incolora, es probable que estés bebiendo una gran cantidad de agua. Mientras que mantenerse bien hidratado es vital para nuestra salud, el consumo excesivo de agua puede ser perjudicial, ya que puede provocar una disminución de sales minerales en el cuerpo.

Orina amarilla o ámbar

La orina de color amarillo claro a ámbar es considerada normal. Esta tonalidad es el resultado del metabolismo de la bilirrubina, un componente que se produce como resultado de la descomposición de la hemoglobina, la proteína responsable del transporte de oxígeno en los glóbulos rojos. La intensidad del color puede variar dependiendo del nivel de hidratación del cuerpo.

Orina de color miel

Una tonalidad amarilla más intensa, similar al color de la miel, puede ser indicativo de deshidratación. Si notas que tu orina es de este color de manera consistente, podría ser una señal de que necesitas aumentar tu ingesta de agua.

Orina naranja a amarillo oscuro

La orina de color naranja o amarillo oscuro puede ser causada por ciertos medicamentos o suplementos vitamínicos. También puede ser el resultado de una dieta rica en carotenoides, como las zanahorias, las naranjas o las calabazas. Sin embargo, si esta tonalidad persiste y no está relacionada con la ingesta de estos alimentos o medicamentos, podría indicar problemas en el hígado o las vías biliares.

Orina roja o rosada

El color rojo o rosado en la orina puede ser indicativo de la presencia de sangre, una condición conocida como hematuria. Esto puede ser causado por problemas en el riñón, infecciones urinarias, o incluso otras enfermedades más graves. Sin embargo, también es posible que esta tonalidad sea causada por el consumo de ciertos alimentos, como las remolachas o los arándanos.

Orina azul o verde

El color azul o verde en la orina puede ser causado por ciertos medicamentos o alimentos con colorantes fuertes. Sin embargo, si este color persiste y no está relacionado con estos factores, podría indicar una rara condición genética conocida como hipercalcemia.

Orina marrón oscuro

La orina de color marrón oscuro puede ser un signo de deshidratación severa o de una enfermedad hepática. También puede ser causada por la ingestión de ciertos alimentos, como las habas o el ruibarbo.

Orina turbia o con espuma

La orina turbia o con espuma puede ser un indicador de la presencia de proteínas en la orina, una condición conocida como proteinuria. También puede ser un signo de una infección urinaria.

Cambios en el olor de la orina

Además del color, también es importante prestar atención a los cambios en el olor de la orina. Algunos alimentos, como los espárragos, son conocidos por causar un olor fuerte en la orina. Sin embargo, un cambio persistente en el olor podría ser indicativo de una condición de salud subyacente, como una infección urinaria o diabetes no controlada.

¿Cuándo acudir al médico?

Si notas un cambio significativo y persistente en el color de tu orina, es importante que acudas al médico. Esto es especialmente cierto si el cambio de color se acompaña de otros síntomas, como dolor al orinar, fiebre, o pérdida de peso inexplicada.

Además, si tu orina es de color rojo o rosado y no has consumido alimentos que puedan causar este cambio de color, debes buscar atención médica de inmediato, ya que esto podría ser un signo de sangre en la orina.

Conclusión

El color de tu orina puede ser un indicador útil de tu salud general. Mantén un ojo en cualquier cambio significativo y persistente en su color u olor, y no dudes en buscar atención médica si tienes alguna preocupación. Recuerda, es mejor prevenir que lamentar.


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Peegasm: El peligroso “orgasmo” al orinar

Peegasm: El peligroso “orgasmo” al orinar

El universo de la sexualidad humana es amplio y diverso, y en el contexto contemporáneo de la era digital, surgen nuevas tendencias sexuales que se popularizan rápidamente gracias a las redes sociales. 

No obstante, algunas de estas tendencias pueden resultar peligrosas, como es el caso del peegasm. Este término combina las palabras en inglés “pee” (orina) y “orgasm” (orgasmo), y se refiere a la práctica de retener la orina con el objetivo de experimentar una sensación similar a la de un orgasmo al liberarla finalmente. Pero, ¿es realmente seguro?

¿Qué es el peegasm?

El peegasm se ha hecho viral recientemente en las redes sociales, especialmente entre las mujeres, aunque también algunos hombres han reportado experimentar esta sensación. La técnica consiste en aguantarse las ganas de orinar durante tanto tiempo como sea posible, para luego liberar la vejiga y experimentar una sensación de alivio que algunas personas comparan con un orgasmo.

¿Cómo se produce el placer en el peegasm?

Los defensores de esta tendencia argumentan que al retener la orina, la vejiga llena ejerce presión sobre los órganos cercanos, incluyendo el clítoris en las mujeres, y que al liberar esta presión, se produce una sensación de placer similar a la de un orgasmo. 

Esto se debe a que la uretra es una zona erógena llena de terminaciones nerviosas. Algunos incluso sugieren que si se duerme con la vejiga llena, los sueños eróticos pueden llevarnos a experimentar un orgasmo.

Riesgos del peegasm

A pesar de que pueda ser placentero para algunas personas, el peegasm puede resultar muy perjudicial para la salud, especialmente para los riñones y la vejiga. Aquí detallamos algunos de los riesgos asociados con esta práctica:

Infecciones de riñón

Al retener la orina durante periodos prolongados, las bacterias pueden proliferar y llegar a los riñones, causando una infección renal.

Incontinencia urinaria

La vejiga y los músculos renales pueden estirarse y perder su elasticidad al retener grandes cantidades de líquido, lo que puede causar incontinencia urinaria.

Micción frecuente

La presión ejercida sobre los nervios de la uretra y la vejiga puede hacer que se vuelvan más sensibles, lo que puede provocar una necesidad frecuente de orinar, a pesar de que solo se expulsen unas pocas gotas de orina.

Inflamación de próstata

En los hombres, las infecciones renales pueden causar una inflamación crónica de la próstata.

Lesiones en la vejiga y uretra

Aunque es poco frecuente, la retención de orina puede causar desgarros en la vejiga y la uretra, lo que puede provocar una fuga de orina hacia el abdomen y una infección.

Recomendaciones para una sexualidad saludable

Es importante recordar que existen formas más seguras de disfrutar del sexo y alcanzar el orgasmo. Algunas recomendaciones son:

  • Masturbación: Esta práctica no solo es saludable, sino que también permite conocer mejor el propio cuerpo y descubrir qué estímulos resultan más placenteros.
  • Juguetes sexuales: Estos pueden proporcionar nuevos tipos de estimulación y ayudar a alcanzar orgasmos más intensos.
  • Relaciones sexuales: La estimulación mutua puede ser una forma muy gratificante de alcanzar el orgasmo.
  • Ejercicios de Kegel: Estos ejercicios fortalecen los músculos del suelo pélvico, lo que puede mejorar la sensación durante el orgasmo.

En cualquier caso, cada persona es única, y que lo que resulta placentero para unos puede no serlo para otros. Lo más importante es disfrutar de la sexualidad de forma segura y respetuosa, sin poner en riesgo la salud.

Si bien el peegasm puede parecer una práctica tentadora para algunas personas, los riesgos para la salud asociados con esta tendencia son demasiado grandes. Por lo tanto, es mejor buscar maneras más seguras y saludables de experimentar placer sexual.


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¿Qué es y para qué sirve la próstata?

¿Qué es y para qué sirve la próstata?

La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino que produce y almacena líquido prostático, un componente del semen. Se encuentra ubicada debajo de la vejiga y rodea la uretra, el conducto que transporta la orina y el semen fuera del cuerpo.

A pesar de ser una parte integral de la reproducción masculina, muchas personas no conocen la función y la importancia de la próstata. En este artículo, exploraremos la anatomía de la próstata, sus funciones, las afecciones más comunes asociadas a ella, factores relacionados con el estilo de vida y la salud en hombres y consejos para mantener una próstata saludable.

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Anatomía de la próstata

La próstata es una glándula pequeña, del tamaño de una nuez, y está compuesta principalmente de tejido glandular y muscular. Se encuentra cerca del recto, lo que permite a los médicos examinarla mediante un tacto rectal.

El tejido glandular de la próstata produce el líquido prostático, mientras que el tejido muscular ayuda a expulsar el semen durante la eyaculación. Además, la próstata está rodeada por una cápsula fibrosa que la protege y le proporciona soporte.

Funciones de la próstata

La principal función de la próstata es producir y almacenar el líquido prostático, que se mezcla con los espermatozoides producidos en los testículos y otros fluidos durante la eyaculación para formar el semen. El líquido prostático contiene enzimas, proteínas y minerales que nutren y protegen a los espermatozoides, y también ayuda a neutralizar la acidez de la vagina, lo que facilita la supervivencia de los espermatozoides.

La próstata también contiene músculos que ayudan a expulsar el semen durante la eyaculación. Estos músculos contraen y comprimen los conductos eyaculatorios, lo que permite que el semen sea expulsado con fuerza a través de la uretra.

Condiciones comunes de la próstata

La próstata puede verse afectada por varias condiciones y enfermedades. Algunas de las condiciones prostáticas más comunes incluyen:

Hiperplasia prostática benigna (HPB)

La HPB es el agrandamiento no canceroso de la próstata. Es una condición común en hombres mayores y puede causar síntomas como dificultad para orinar, chorro de orina débil y aumento en la frecuencia de las micciones.

Prostatitis

La prostatitis es la inflamación de la próstata, que puede ser causada por una infección bacteriana o por factores no infecciosos como el estrés y las lesiones. Los síntomas de la prostatitis pueden incluir dolor en la zona pélvica, dificultad para orinar y fiebre.

Cáncer de próstata

El cáncer de próstata es un tipo de cáncer que se origina en las células glandulares de la próstata. Es uno de los cánceres más comunes en hombres y, si se detecta temprano, tiene altas tasas de supervivencia.

Salud de la próstata y factores relacionados con el estilo de vida

El estilo de vida y los factores dietéticos pueden influir en la salud de la próstata. Algunos cambios en el estilo de vida que pueden mejorar la salud prostática incluyen:

Dieta

Una alimentación rica en frutas, verduras, granos enteros y grasas saludables puede ayudar a mantener una próstata saludable. Por otro lado, una dieta alta en grasas saturadas, azúcares y carnes rojas puede aumentar el riesgo de problemas de próstata. 

Ejercicio

El ejercicio regular puede ayudar a mantener un peso saludable, mejorar la circulación sanguínea y reducir el estrés, lo que puede beneficiar la salud de la próstata.

Evitar el tabaco y el alcohol

Fumar y el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar el riesgo de problemas de próstata, incluido el cáncer de próstata.

Cáncer de próstata y detección temprana

La detección temprana del cáncer de próstata es fundamental para un tratamiento exitoso. Las pruebas de detección incluyen el examen de antígeno prostático específico (PSA) en sangre y el tacto rectal. Estas pruebas pueden ayudar a identificar el cáncer de próstata en sus etapas iniciales, cuando es más tratable.

Es importante hablar con su médico acerca de las pruebas de detección y cuándo comenzar a realizárselas, ya que las recomendaciones pueden variar según la edad, los antecedentes familiares y otros factores de riesgo.

Salud de la próstata en hombres envejecidos

A medida que los hombres envejecen, es más probable que experimenten problemas de próstata. Algunos cambios relacionados con la edad que pueden afectar la salud de la próstata incluyen:

Cambios en el tamaño y la forma de la próstata

Con la edad, la próstata puede agrandarse y cambiar de forma, lo que puede causar síntomas como dificultad para orinar y aumento en la frecuencia de las micciones.

Cambios hormonales

Los niveles de hormonas, como la testosterona y el estrógeno, pueden cambiar con la edad y afectar la salud de la próstata.

Debilitamiento de los músculos del suelo pélvico

Los músculos del suelo pélvico pueden debilitarse con la edad, lo que puede afectar la función sexual y la continencia urinaria.

Opciones de tratamiento para condiciones de la próstata

El tratamiento de las condiciones de la próstata puede variar según la causa y la gravedad de los síntomas. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

Medicamentos

Los medicamentos, como los alfabloqueantes y los inhibidores de la 5-alfa reductasa, pueden ser efectivos para tratar síntomas de la HPB y la prostatitis.

Cirugía

En casos más graves de HPB o cáncer de próstata, puede ser necesario realizar una cirugía para extirpar parte o toda la próstata.

Radioterapia y quimioterapia

Estos tratamientos pueden ser utilizados para tratar el cáncer de próstata en etapas más avanzadas.

Consejos para mantener la salud de la próstata

Para mantener una próstata saludable, considere las siguientes recomendaciones:

  • Mantener una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras y cereales.
  • Hacer ejercicio regularmente.
  • Evitar el consumo de tabaco y limitar el consumo de alcohol.
  • Hablar con el médico acerca de las pruebas de detección del cáncer de próstata y cuándo comenzar a realizarlas.
  • Consultar al médico si experimentamos síntomas de problemas de próstata, como dificultad para orinar o dolor en la zona pélvica.

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¿Por qué Urocran es la mejor opción para la cistitis?

¿Por qué Urocran es la mejor opción para la cistitis?

Introducción a la cistitis y sus síntomas

La cistitis es una infección del tracto urinario que afecta tanto a hombres como mujeres. Los síntomas de la cistitis pueden incluir necesidad urgente y frecuente de orinar, dolor o ardor al orinar, y en algunos casos, sangre en la orina. Puede ser muy molesta y afectar la calidad de vida de quien la padece, especialmente si la persona la sufre crónicamente.

Existen diversos factores que pueden causar cistitis, como la actividad sexual, el uso de productos irritantes en la zona genital, y ciertas afecciones médicas. Además, algunas personas son más propensas a padecer cistitis debido a su anatomía o a factores genéticos.

El tratamiento de la cistitis suele incluir el uso de antibióticos, pero en algunos casos, estos medicamentos pueden no ser suficientes para tratar la infección de manera efectiva. Es aquí donde Urocran entra en escena.

¿Qué es Urocran y cómo funciona?

Urocran es un suplemento dietético especialmente formulado para prevenir y tratar la cistitis. Contiene una combinación única de ingredientes naturales que han demostrado ser eficaces en el alivio de los síntomas y en la prevención de futuros episodios.

Entre los principales ingredientes de Urocran se encuentran el extracto de arándano rojo (proantocianidinas), los probióticos y la D-Manosa, que son compuestos antioxidantes presentes en el arándano rojo. Estos ingredientes trabajan juntos para prevenir la adhesión de las bacterias a las paredes del tracto urinario, lo que reduce el riesgo de infección y permite que el cuerpo las elimine de manera natural.

Además, Urocran también contiene D-manosa, un azúcar natural que se encuentra en algunas frutas y que ha demostrado ser efectiva en el tratamiento y prevención de la cistitis. La D-manosa actúa impidiendo que las bacterias se adhieran a las paredes de las vías urinarias, lo que facilita su eliminación a través de la orina.

Principales ventajas del uso de Urocran para el tratamiento de la cistitis

Algunas de las principales ventajas de utilizar Urocran son:

  • Eficacia comprobada: Los ingredientes activos de Urocran han sido objeto de numerosos estudios científicos que han demostrado su eficacia en el tratamiento y prevención de la cistitis.
  • Tratamiento natural: Urocran es un producto natural que no produce efectos secundarios ni contribuye a desarrollar la resistencia frente a los antibióticos.
  • Fácil de usar: Viene en cápsulas fáciles de tragar y puede ser utilizado tanto durante el tratamiento como para la prevención de la cistitis.
  • Seguro para todas las edades: Urocran es un producto seguro y eficaz para personas de todas las edades, incluidos niños y adultos.
  • Mejora la calidad de vida: Al aliviar los síntomas de la cistitis y prevenir futuros episodios, Urocran mejora la calidad de vida de quienes lo usan.

La ciencia detrás de la eficacia de Urocran

La eficacia de Urocran se basa en la acción sinérgica de sus ingredientes activos, que trabajan juntos para prevenir y tratar la cistitis. Los estudios científicos han demostrado que el extracto de arándano rojo es eficaz en la prevención de la cistitis, ya que sus compuestos antioxidantes, como las proantocianidinas, impiden la adhesión de las bacterias a las células del tracto urinario.

Además, la D-manosa presente en Urocran también ha demostrado ser efectiva en el tratamiento y prevención de la cistitis, ya que impide que las bacterias se adhieran a las células de las vías urinarias. 

En conjunto, estos ingredientes hacen de Urocran una solución eficaz y natural para el tratamiento de la cistitis.

Comparación de Urocran con otros tratamientos para la cistitis

A diferencia de los antibióticos, que son el tratamiento más común para la cistitis, Urocran no tiene efectos secundarios y no contribuye al desarrollo de resistencia a los antibióticos. Además, puede ser utilizado tanto para el tratamiento como para la prevención de la cistitis, mientras que los antibióticos solo se utilizan para tratar la infección una vez que se ha desarrollado. 

Por otra parte, los probióticos que contiene Urocran ayudan a restaurar la microbiota que pueda haber sido dañada por el antibiótico.  

Otras opciones de tratamiento para la cistitis incluyen el uso de analgésicos para aliviar el dolor y la inflamación, así como la aplicación de calor en la zona afectada. Sin embargo, estos tratamientos no afrontan la infección en sí misma y pueden no ser efectivos en todos los casos.

En comparación, Urocran trabaja para prevenir la infección y aliviar los síntomas de manera natural y efectiva. Además, al no tener efectos secundarios, es apto para personas de todas las edades y puede combinarse con otros tratamientos si es necesario.

Cómo utilizar Urocran para obtener resultados óptimos

Para obtener los mejores resultados con Urocran, se recomienda tomar una cápsula al día con agua. Para la prevención de la cistitis, se puede tomar de manera continua, mientras que para el tratamiento de la infección, se recomienda tomar Urocran durante al menos una semana.

Es importante seguir las instrucciones de uso y no exceder la dosis recomendada. Además, se recomienda beber suficiente agua para ayudar a eliminar las bacterias del tracto urinario cada vez que vamos al baño.

Preguntas frecuentes sobre Urocran y el tratamiento de la cistitis

  • ¿Urocran tiene efectos secundarios?

No, Urocran no tiene efectos secundarios conocidos y es seguro para su uso a largo plazo.

  • ¿Puede Urocran ser utilizado por personas de todas las edades?

Sí, Urocran es seguro para su uso por personas de todas las edades, incluidos niños y adultos mayores.

  • ¿Cuánto tiempo se tarda en ver resultados con Urocran?

Los resultados pueden variar de persona a persona, pero muchos usuarios han informado de una mejora en sus síntomas después de solo unos días de uso.

  • ¿Puedo tomar Urocran mientras tomo antibióticos?

Tanto Urocran como Urocran Forte son coadyuvantes al tratamiento para la cistitis, es decir, que se pueden tomar de forma simultánea al antibiótico. Mientras se toma el antibiótico, se aconseja Urocran Forte porque la infección está activa, una vez se ha terminado el tratamiento y se ha terminado el envase de Urocran Forte, se aconseja continuar tomando Urocran cápsulas como mantenimiento. 

  • ¿Puedo comprar Urocran sin receta médica?

Sí, Urocran está disponible para su compra sin receta médica en farmacias y tiendas en línea.

  • ¿Dónde puedo comprar Urocran?

Urocran está disponible en farmacias y tiendas en línea. 

Conclusiones: Por qué Urocran es la solución definitiva para el tratamiento de la cistitis

En conclusión, Urocran es una solución efectiva y natural para el tratamiento y prevención de la cistitis, con su combinación única de ingredientes naturales que han demostrado ser eficaces en la prevención de la infección y el alivio de los síntomas.

Además, Urocran es fácil de usar y seguro para su uso por personas de todas las edades. Con historias de éxito reales de usuarios satisfechos y recursos adicionales disponibles en línea, es la solución definitiva para quienes buscan una manera natural y efectiva de tratar y prevenir la cistitis.


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Tratamiento de las ITU (Las infecciones del tracto urinario o ITU's 2 a parte )

Tratamiento de las ITU (Las infecciones del tracto urinario o ITU's 2 a parte )

Tal y como se ha explicado anteriormente, no todas las ITU conllevan un tratamiento farmacológico asociado, tanto es así que, en las ITU no complicadas y asintomáticas, son ya de sobra conocidas ciertas medidas no farmacológicas, que, en muchos casos, son base de una óptima educación sanitaria relacionada con la profilaxis de ITU-R y de ITU postcoital.

Estas rutinas se asientan en prácticas tales como lavarse antes y después del coito, beber abundante agua, orinar tras la relación sexual, evitar el estreñimiento, limpiarse la vagina de adelante a atrás después de orinar, rehuir del uso de tampones o utilizar ropa interior de algodón(22). (34)

Sin embargo, en el caso de las ITU e ITUr no complicadas sintomáticas, y más aún si nos referimos a las ITU complicadas (las cuales conllevan un tratamiento más agresivo, duradero y específico que no vamos a examinar en el presente estudio), es necesario realizar pruebas diagnósticas específicas, como el urocultivo, y establecer una pauta farmacológica adecuada al diagnóstico obtenido.

Al contrario de lo que pasa con la etiología de las ITU, el desarrollo de resistencias de los  uropatógenos a los antimicrobianos es constante y diverso, por ello, para poder ajustar una pauta de tratamiento adecuada y conseguir controlar la sintomatología, erradicar la bacteria del tracto urinario y evitar la reincidencia, es indispensable conocer cuál es el agente causante de la ITU y sus tendencias estadísticas de sensibilidad esperada a los antimicrobianos.

La elección de uno u otro antibiótico, como tratamiento empírico de la ITU e ITUr no complicada sintomática, debe estar basada en los patrones de sensibilidad del área, la  eficacia, tolerabilidad y efectos adversos, así como del coste y la disponibilidad(21) (35.

Así, es de especial importancia el conocimiento de los mecanismos y las tasas de resistencia en E. coli, responsable de una amplia mayoría de ITU y de ITU-R.

Diversos estudios(23) (36) han demostrado que, en España, existen altos porcentajes de resistencia de

  1. coli a diversos antibióticos.

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), de la mano del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, llevan tiempo alertando sobre la necesidad urgente de cambiar la forma de prescribir y utilizar los antibióticos, modificando los comportamientos actuales, ya que, en caso contrario, la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza.

Tanto es así que, dichas instituciones, están llevando a cabo un “plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de la resistencia a los antibióticos”(24), (37) con el que pretenden que la resistencia antimicrobiana y sus consecuencias no se conviertan en importante causa de muerte de los próximos años.

Este importante incremento de resistencias a antb por parte de los gérmenes habituales productores de ITU e ITU-R, ha llevado a que numerosos investigadores apuesten por la búsqueda e implantación de nuevos ttos y, así, disminuir o, incluso, evitar la aparición de ITU e ITU-R, aumentando la calidad de vida de las personas que frecuentemente sufren estas infecciones, reduciendo el elevado gasto sanitario que suponen y, al mismo tiempo, menguando los riesgos de aparición de resistencias antibiótica de los gérmenes que las provocan.

En las pacientes jóvenes (en las cuales las ITU suelen estar relacionadas con la actividad sexual), en pacientes menopáusicas sin patología uroginecológica de riesgo (en las cuales las infecciones se relacionan con un déficit de estrógenos a nivel vaginal), en las mujeres con patología ginecológica no tributaria de tratamiento quirúrgico (por ejemplo, contraindicación médica) y en los casos en los que persistan las recurrencias, se considerará una de las siguientes estrategias terapéuticas:

  1. Profilaxis antibiótica postcoital
  2. Profilaxis antibiótica continua
  3. Aplicación de estrógenos tópicos
  4. Vacunas
  5. Ingesta de un complemento alimenticio con D-manosa, probióticos y arándano rojo americano. 

Ingesta de un complemento alimenticio con D-manosa, probióticos y arándano rojo americano:

D-MANOSA

La D-Manosa es un azúcar simple, sin ningún papel metabólico importante, de agradable sabor, estructuralmente relacionado con la glucosa. Se produce de manera natural y en cantidades relativamente pequeñas en alimentos tales como melocotones, manzanas, naranjas y bayas como arándanos y arándanos agrios.

Después de su ingesta, la D-Manosa es absorbida casi inmediatamente en la parte superior del tracto gastrointestinal, por lo que no se convierte en glucógeno en el hígado, sino que entra prácticamente inalterada en el torrente sanguíneo.

En el período de una hora aproximadamente, el 90 % de la manosa que se ha ingerido se puede encontrar en la sangre. No tiene ningún efecto en el intestino ni en el metabolismo de la glucosa, por lo que puede ser utilizada por los diabéticos con total seguridad. La D-Manosa circula en gran medida sin alteraciones por la sangre y es rápidamente excretada por los riñones en la orina.

Existen numerosos tipos de Fimbrias, destacando, en las ITUs e ITUs de repetición (ITUr), tanto la Fimbria tipo I (presentes en la mayoría de las cepas de E.Coli, formadas por un complejo aminoácido-azúcar, una glicoproteína llamada lectina, sensibles a la manosa y capaces de hacer que el E.Coli se una a residuos manósidos presentes en el tejido uroepiterial del huésped), como también las Fimbrias tipo P (caracterizados por su resistencia a la manosa, por estar presentes en la mayoría de las   cepas de E.Coli que producen pielonefritis aguda y por habilitar al E. Coli para reconocer receptores glicolípidos renales)(17). (31)

ARÁNDANO ROJO AMERICANO (PAC TIPO A)

Numerosos estudios han demostrado que la toma de arándano rojo americano (obtenido de la planta Vaccinium macrocarpon) puede ayudar a prevenir las ITUr. El componente activo del arándano rojo americano, las proantocianidinas (PACs) de tipo A, ejerce una acción sobre las otras fimbrias que también confieren a E. coli su potencial patógeno: las Fimbrias tipo P (manosa resistente).

LA ACCIÓN SINÉRGICA DE D-MANOSA Y LAS PAC TIPO A DEL ARÁNDANO ROJO EVITA LA ADHESIÓN DE UROPATÓGENOS AL UROTELIO. BLOQUEAN LAS “FIMBRIAS TIPO I” Y “FIMBRIAS P”: FACTORES DE VIRULENCIA NECESARIOS EN LAS ITUs.

Probióticos

La aplicación de microorganismos probióticos en urología no es nueva, ya que data de la  primera mitad del siglo XX; sin embargo, en las últimas dos décadas, es cuando han cobrado especial interés en la prevención de ITUr.

El biofilm bacteriano que cubre las células epi­teliales del tracto genital en una mujer sana contie­ne elevadas poblaciones de Lactobacillus y cuando existe deficiencia de ellos (por fluctuaciones hor­monales fisiológicas, principalmente estrógenos, tratamiento antimicrobiano, espermicidas, etc.) la barrera natural contra los potenciales microorga­nismos patógenos se altera, aumentando el riesgo de colonización por uropatógenos.

Las especies que están presentes en la micro­biota vaginal varían de una mujer premenopáusica a otra postmenopáusica. La microbiota de una mujer sana premenopáusica está dominada generalmente por especies de Lactobacillus, siendo las más comunes L. iners, L. crispatus, L. gasseri y L. jenesenni, seguidos por L. acidophilus, L. fermen­tum, L. plantarum, L. brevis, L. casei, L. vaginalis, L. delbrueckii, L. salivarius, L. reuteri y L. rhamnosus.

El papel defensivo de los probióticos se atribuye a la capacidad de restauración de la microbiota intestinal alterada que accede al aparato urogenital por vía “FECAL-PERINEAL-URETRAL1 minimizando el tránsito de UPEC, reduciendo el reservorio GI y vaginal.

Los probióticos contribuyen a la restauración de la microbiota vaginal normal, previniendo las ITUs.

El papel defensivo de los Lactobacillus se atri­buye a su simbiosis con patógenos, a la capacidad de producir sustancias antimicrobianas (como el peróxido de hidrógeno, que inhibe el crecimiento del patógeno), a la producción de bacteriocinas (que inhiben la adherencia bacteriana) y su capacidad para sobrealimentar macrófagos, leucocitos, citoquinas y otras defensas del huésped 1,3

Ayudan, por tanto a la recuperación de la concentración vaginal de Lactobacillus, a normalizar la producción de peróxido de hidrógeno, bacteriocinas, ácido láctico y pH vaginal, y restablecer la “barrera vaginal”.

Los estudios de actividad antimicrobiana realizados con los Lactobacillus de las fórmulas de Urocran® y Urocran® Forte, demostraron inhibición de la adhesión de uropatógenos, entre ellos Escherichia coli.

Los Lactobacillus puede inducir un estrés sobre la membrana externa de Escherichia coli, afectando adversamente a la es­tructura de las fimbrias. Pueden disminuir el pH intestinal favoreciendo el crecimiento de organismos beneficiosos y aumentar la resistencia a la colonización, al competir con patógenos que, igual que los propios probióticos, intentan unirse a los sitios de adhesión en la superficie del epitelio.

De esta forma, en el caso de mujeres con cistitis aguda bacteriana recurrente no complicada, resulta claramente beneficioso la toma de alimentos y/o complementos alimenticios con probióticos(22). (34)

Justificación 

Las infecciones del tracto urinario, y más concretamente de las vías bajas no complicadas (cistitis), representan el segundo proceso infeccioso de mayor incidencia en la población española actual y suponen un gran gasto anual en los servicios sanitarios. A pesar de ser consideradas como infecciones de poca gravedad, su alta morbilidad, al presentar un importante efecto nocivo en la calidad de vida de las mujeres, las ha posicionado como las causantes de un significativo porcentaje de bajas laborales del colectivo femenino.

El uso continuado, y en ocasiones indiscriminado, de antibióticos como tratamiento de esta patología y sus recidivas, generan importantes alteraciones en el organismo de las mujeres que las sufren y son causa de un alto porcentaje de complicaciones al haberse generado, así, importantes resistencias de los gérmenes a los antimicrobianos.

Gracias a los importantes avances relacionados con el tratamiento preventivo de las cistitis bacterianas recurrentes, en la actualidad, no es difícil encontrar otras alternativas terapéuticas, como son las autovacunas orales, el reemplazo estrogénico en mujeres postmenopáusicas o complementos alimenticios con probióticos, reservando, así, el tratamiento antibiótico tradicional para casos complicados y/o excepcionales.

Urocran® y Urocran® Forte es un complemento alimenticio que combina D-manosa, PAC Tipo A de arándano rojo americano y una mezcla de probióticos.

Son productos coadyuvantes, recomendados para la cistitis urinaria y prostatitis.


Las infecciones del tracto urinario o ITU's (1a parte)

Las infecciones del tracto urinario o ITU's

Introducción ITU (infecciones del tracto urinario)

La infección del tracto urinario (ITU) es la “colonización y multiplicación microbiana, habitualmente bacteriana, que puede presentarse en cualquier parte del tracto urinario ya sea con presencia de síntomas urinarios o no”.

Supone el 1,2% de todas las consultas médicas en mujeres y del 0,6% en varones. La cistitis aguda es la forma de presentación más habitual de la ITU no complicada. La prevalencia de la cistitis aguda es muy elevada, oscilando entre el 50 y el 60% a lo largo de la vida de las mujeres adultas, siendo mayor la incidencia en edades con mayor actividad sexual (entre los 18 y 39 años).

Las infecciones del tracto urinario (ITU) son el segundo motivo más frecuente de atención médica, la enfermedad infecciosa más prevalente después de las infecciones respiratorias y la carga económica más importante para los sistemas sanitarios. Se calcula que más de la mitad de las mujeres necesitarán tratamiento médico por una cistitis aguda. Además, a veces se producen infecciones urinarias recurrentes que afectan significativamente a la calidad de los pacientes y no siempre son fáciles de manejar. Por otra parte, el uso extensivo de antibióticos en estas afecciones ha provocado la aparición de resistencias a los antibióticos. La aparición de patógenos multirresistentes es un problema de máxima relevancia en la actualidad, con repercusiones tanto a nivel comunitario como hospitalario.

Para justificar la relevancia del problema conviene mencionar las siguientes cifras:

  • Las infecciones urinarias suponen entre el 1% y el 5% de las consultas en Atención Primaria.
  • Las infecciones urinarias representan el 3,2% de las consultas en Urgencias.
  • Las infecciones urinarias suponen el 15% de los antibióticos prescritos en la comunidad.
  • El cuadro clínico más frecuente son cistitis agudas con una incidencia estimada de 0,5 episodios por persona/año.

En ocasiones, la infección afecta el tracto urinario superior, estimándose una prevalencia de pielonefritis aguda de 30-40 casos por 100.000 habitantes.

  • En ancianos institucionalizados la prevalencia de infecciones es mucho más alta, estimándose que existen infecciones en más del 50% de las mujeres y el 40 % de los hombres.

El uso continuado, y en ocasiones indiscriminado, de antibióticos como tratamiento de esta patología y sus recidivas, las resistencias que con ello se generan y el impacto de esta patología en el día a día de las mujeres que las sufren han suscitado la búsqueda de terapias alternativas para su tratamiento.

Más del 95 % de las ITU están causadas por una única especie bacteriana. E. coli causa entre el 75-95 % de los episodios de cistitis aguda no complicada. Staphylococcus saprophyticus, Proteus mirabilis, Klebsiella pneumoniae, Streptococcus agalactiae y enterococos son responsables de la gran mayoría de los episodios restantes. Los uropatógenos en la gran mayoría de las veces vienen de la propia microbiota intestinal.

Se considera que las ITU son recurrentes cuando se producen tres o más episodios de infección urinaria al año o al menos dos en seis meses. En el caso de menos de tres infecciones al año debe realizarse el tratamiento de los episodios individuales. Se estima que el 15 % de las mujeres padecen al menos un episodio de ITU al año y, de ellas, más del 25 % tienen una recurrencia anual.

Aunque las ITU recurrentes (ITUr) incluyen tanto la infección del tracto inferior (cistitis) como la del tracto superior (pielonefritis), la pielonefritis repetida debe hacer pensar en una etiología complicada. Se calcula que más de la mitad de las mujeres padecerán ITU a lo largo de su vida, y que el 20 % de las mujeres que padecen una ITU tendrán al menos un nuevo episodio. Del total de pacientes con más de una infección urinaria, el 30 % cumplirá los criterios de infecciones urinarias recurrentes, generalmente episodios infecciosos persistentes. En general, se estima que el 2,4 % de las mujeres tendrán infecciones urinarias recurrentes.

Clasificación de las ITUs

 La clasificación de las ITUs está basada en su localización, evolución, frecuencia, así como también, en factores que pueden complicarla, en el agente causal y en la existencia o no de sintomatología:

  • Según su localización anatómica:
    • Infección del tracto urinario inferior o de vías urinarias bajas:
      • Uretritis
      • Cistitis
    • Infección del tracto urinario superior o de vías urinarias altas:
      • Pielonefritis
      • Absceso renal
  • Según su evolución y/o frecuencia:
    • Aguda: asentamiento rápido.
    • Crónica o Recurrente: Cuando se dan tres episodios de ITU en doce meses o dos en sólo seis meses y que pueden ser causa de una recidiva (debidas   a la persistencia de la cepa original en el foco de la infección) o de una reinfección (nueva ITU causada por cepas diferentes).
  • Según los factores que pueden complicarla
  • No complicada: Esencialmente son las ITUs del tracto inferior (cistitis/uretritis). Se engloban en este grupo las ITUs con mínimo riesgo de invasión tisular y con previsión de respuesta a un tratamiento estándar corto (3 días). Ocurren en mujeres sanas, no embarazadas, y que refieren clínica de cistitis de menos de una semana de evolución. Es, en este grupo, en el que se situaría la cistitis aguda y/o
    • Complicada: En pacientes con factores de riesgo para la infección ya sea por anomalías del tracto urinario, inmunodeficiencias, por patologías sistémicas, como la diabetes, o por presencia de dispositivos en el aparato urinario como sondas o catéteres.
  • Según el agente etiológico:
    • Bacterianas: En la mayor parte de los casos, las ITUs son causadas por una
    • Micóticas: Un pequeño grupo de ITUs son producidas por
    • Víricas: Causadas por citomegalovirus o
    • Parásitas: Aunque se han descrito pocos casos, existen datos de ITUs causadas por parásitos.
  • Según la presencia o ausencia de sintomatología:
  • Sintomática: Aquella en la que, además de urocultivo positivo con más de 105 unidades formadoras de colonias (UFC) por mililitro de orina, (en los casos de muestras de orina tomadas mediante micción espontánea, recientes y recogidas al vuelo) o 102 UFC/ml de orina (en los casos de muestras de orina recogidas a través de catéter uretral) o cualquier número de UFC/ml de orina (en los casos de muestras de orina recogidas a través de nefrostomía), aparece síndrome miccional (disuria, tenesmo y polaquiuria), pudiendo acompañarse de piuria, hematuria, fiebre y sintomatología Es necesario tratamiento.
  • Asintomática: También denominada bacteriuria asintomática. Se caracteriza por estar ausente de síntomas clínicos. Para su diagnóstico son necesarias dos muestras consecutivas de orina con recuento superior a 105 UFC/ml (si se trata de orina recién emitida y recogida al vuelo tras micción espontánea), 102 UFC/ml de orina (en una sola muestra y recogida a través de catéter uretral) o cualquier número de UFC/ml (en una sola muestra de orina si ha sido recogida a través de nefrostomía). Es considerado un proceso benigno, que no requiere tratamiento, excepto en mujeres embarazadas, niños malnutridos, pacientes inmunodeprimidos, con trasplante renal o aquellos que vayan a ser sometidos a procedimientos invasivos de índole urológico.

Figura 1: Concepto de ITU complicada y no complicada

Figura 2: Clasificación de ITU complicada y no complicada.

Tabla 1: Agentes etiológicos de ITU.

 

En caso de infecciones de repetición, es necesario diferenciar entre recaída y reinfección:

  • Recidiva o recaída. El cuadro clínico aparece generalmente en las dos semanas siguientes. Se relaciona con una falta de erradicación del microorganismo causal debido a su resistencia a los antibióticos o a la presencia de reservorios crónicos donde los antibióticos y el propio sistema inmune del paciente tienen dificultad para llegar de forma efectiva.
  • Reinfección. El cuadro clínico suele aparecer pasadas, al menos, dos semanas. En este caso, suele ser una nueva infección. En general, las reinfecciones se originan a partir de gérmenes de la zona perianal que colonizan el introito vaginal y luego ascienden por vía uretral hasta llegar a la vejiga.

 

Epidemiología

Las infecciones del tracto urinario representan el segundo proceso infeccioso de mayor incidencia, siendo una de las infecciones bacterianas más frecuentes en atención primaria. Las cistitis representan el 90 % de las ITU en la mujer. La infección urinaria es también muy prevalente en las mujeres mayores, y es la infección bacteriana más frecuente después de la neumonía y de las infecciones de partes blandas.

La cistitis aguda se presenta fundamentalmente en mujeres sin enfermedades de base y sin anomalías funcionales o estructurales. Entre el 50 y el 60 % de las mujeres premenopáusicas tendrán al menos un episodio de ITU en su vida, y el 90 % de las veces será una cistitis.

En mujeres jóvenes, el pico de incidencia de infecciones no complicadas del tracto urinario bajo se observa entre los 16 y los 30 años, coincidiendo con el inicio de la actividad sexual. En la actualidad se observa un incremento en la frecuencia de las infecciones entre los 40 y los 50 años, coincidiendo con un cambio de pareja y relacionado con un nuevo incremento en la actividad sexual.

Es difícil determinar en nuestro país la incidencia de la ITU adquirida en la comunidad. Según los resultados del Jurado Ciudadano en Infecciones del Tracto Urinario realizado el año 2006, en el que participaron 6.545 mujeres, la incidencia de cistitis en las mujeres participantes fue del 37 %. De estas, el 32 % había padecido más de dos episodios de ITU a lo largo de su vida.

Todavía resulta más difícil estimar el número de infecciones urinarias en mujeres posmenopáusicas. Se calcula que a los 70 años un 15 % de mujeres presenta bacteriuria asintomática, cifra que aumenta al 30-40 % en ancianas hospitalizadas o ingresadas en instituciones geriátricas y prácticamente al 100 % en portadoras de sonda urinaria permanente. A pesar de la elevada prevalencia de bacteriuria en las mujeres posmenopáusicas, los factores que predisponen a la infección urinaria sintomática han sido poco explorados si lo comparamos con los identificados en las mujeres premenopáusicas, pero factores como el cistocele, el prolapso uterino, la presencia de residuo postmiccional y la incontinencia urinaria se asocian fuertemente con la presencia de IUR. Según una encuesta realizada a ginecólogos españoles, alrededor del 25 % de las mujeres menopáusicas con una ITU presenta recurrencias.

El riesgo de recurrencia en los seis meses siguientes es mayor en las infecciones por Escherichia coli (16). Un estudio realizado en mujeres de entre 17 y 82 años de edad con cistitis por E. coli mostró que el 44 % tuvo al menos una recurrencia durante el año siguiente.

Patogenia

La orina y las vías urinarias, en condiciones normales, son estériles y solo la uretra distal está colonizada por microbiota cutánea y vaginal: corynebacterias, estreptococos, estafilococos, lactobacilos, etc.; en ocasiones, y de forma transitoria, pueden albergar Escherichia coli u otros bacilos gramnegativos. Previamente a un episodio de infección urinaria (IU) se produce una colonización vaginal y periuretral persistente a partir de microorganismos que provienen del colon. Desde estas localizaciones, un pequeño número de bacterias ascienden hasta la vejiga. En circunstancias normales estas bacterias son eliminadas por el flujo y las propiedades antibacterianas de la orina.

Si dichas bacterias no son eliminadas, se inicia una colonización (adhesión del microorganismo al uroepitelio, su reproducción y eliminación por la orina) o bien una infección (implica lesión del epitelio vesical), dependiendo del equilibrio entre la virulencia de la bacteria, el tamaño del inóculo, los mecanismos defensivos locales y la presencia o no de alteraciones anatómicas o funcionales del tracto urinario (en esta circunstancia se considerará como ITU complicada).

Si no se produce una lesión inflamatoria de la mucosa vesical, la colonización se considera asintomática, produciéndose una bacteriuria asintomática. Cuando el microorganismo adherido al epitelio produce un daño tisular, que se traduce en la aparición de sintomatología clínica de tipo inflamatorio-dolorosa, se genera la cistitis (infección sintomática).

Así pues, la mayoría de los episodios de infección urinaria son producidos por microorganismos provenientes del colon, mientras que una minoría posee una etiología exógena y son producidos por microorganismos ambientales que con frecuencia se han introducido en las vías urinarias durante su manipulación.

FACTORES PREDISPONENTES DE INFECCIÓN URINARIA

Los factores de riesgo asociados a la infección del tracto urinario son cambiantes y dependen fundamentalmente de la edad, de los hábitos sexuales y de las condiciones fisiológicas y anatómicas del tracto urinario (tabla 2). En mujeres jóvenes el principal factor de riesgo es el coito; según la frecuencia de su práctica, se dispara desde 0 (sin coitos en 7 días) a 2,6 (3 coitos en 7 días) y a 9 veces (7 coitos en 7 días)(7) (19). En mujeres >70 años ingresadas en instituciones sanitarias, el principal factor de riesgo es el sondaje vesical y el estado funcional de su aparato urinario. A medida que este último se deteriora, el riesgo de padecer una IU aumenta, con independencia de la presencia o ausencia de sonda vesical.

TABLA 2. Factores de riesgo asociados a la infección del tracto urinario, identificados en los distintos grupos de edad
15-50 años  50-70 años  > 70 años
Coito Pérdida de estrógenos Cateterización
Diafragma/espermicida Cirugía urogenital Incontinencia
Espermicida Incontinencia Cirugía urogenital
Antibioterapia previa Cistocele Estado mental alterado
Infecciónes urinaria previas Residuo posmiccional Antimicrobianos
Infección urinaria materna Status no secretor (?) Alteración de la microbiota vaginal
Infección urinaria en infancia Infección urinaria previa
Status no secretor (?) Alteración de la microbiota vaginal
Alteración flora vaginal

Son varias las vías de diseminación que pueden favorecer que esto ocurra:

  • Vía ascendente: En el 80-90 % de los casos, la colonización comienza en el vestíbulo vaginal y, a través de la uretra, se dirige de forma ascendente hacia vejiga, uréteres y riñones.
  • Vía hematógena: mediante la que los gérmenes se propagan, a través de la sangre, hacia otras zonas del
  • Vía iatrogénica: Suele darse en pacientes institucionalizados, ya que la transmisión de los gérmenes se produce a través de las manos del personal sanitario o equipos contaminados.
  • Vía linfática: No es frecuente, pero sí se describen casos de problemas linfáticos intestinales, que pueden enviar bacterias al aparato

Tal y como muestran los estudios y bibliografía consultada, el tipo más frecuente de ITU en la mujer en España es la cistitis bacteriana no complicada recurrente y, en el 95 % de los casos, monomicrobiana (causada por un solo microorganismo), ya que más del 20 % de las mujeres que sufren un primer episodio de ITU, padecen recurrencias posteriores.

En estas, determinados uropatógenos, además de valerse de las vías de diseminación para provocar la IU, consiguen colonizar el tracto urinario haciendo uso de sus propios factores de virulencia, logrando adherirse a receptores específicos localizados en la membrana de las células del epitelio urinario.

De manera que, son, la destreza del uropatógeno para hacer empleo de este mecanismo de colonización y la situación en la que se encuentra el mecanismo de defensa del huésped, los que, en gran parte, determinarán la probabilidad de que se genere y prolifere la infección o no, así como de su gravedad.

Así, cuanto más comprometido se encuentra el sistema inmune del paciente, menor es la necesidad de virulencia de la bacteria para producir infección y, dicho requisito, deberá aumentar cuando el mecanismo de defensa natural del sujeto se encuentre sin déficits que lo desprotejan. En atención a lo anterior, a modo de ejemplo y tal y como demuestran los estudios in vitro de microorganismos aislados, las bacterias de pacientes con una IU complicada no suelen expresar necesidad de factores de virulencia, pues, su sistema inmune se encuentra alterado ya sea por una situación circunstancial (como el embarazo) o ya sea por una coyuntura patológica (como la diabetes o la inmunodepresión).

Por ende, y en lo que se refiere a lo mencionado anteriormente, los uropatógenos más comunes en la ITU no complicada y de repetición, son, frecuentemente, aquellos que, además de valerse de las vías de colonización y diseminación convencionales (ya mencionadas), poseen diversos factores de virulencia, como son, entre otros, los flagelos o las fimbrias, que les permiten aumentar su grado de patogenicidad y, así, producir la IU, ganando la batalla a los mecanismos de defensa del huésped.

En la Tabla 6 (tabla 3) se observan las especies bacterianas aisladas con mayor frecuencia en urocultivos de pacientes con infección urinaria extrahospitalaria. Los datos proceden de dos estudios españoles llevados a cabo en diferentes Comunidades Autónomas, de un estudio europeo y de un estudio internacional realizado en mujeres españolas con ITU no complicada.

En las mujeres jóvenes sin factores de riesgo, las cistitis agudas están producidas casi exclusivamente por Escherichia coli (70-80 % de los casos), seguidas por Proteus mirabilis y Klebsiella pneumoniae. En las mujeres jóvenes sexualmente activas, Staphylococcus saprophyticus también es común a esta edad, con una incidencia del 7 % en el estudio ARESC, mientras que en mujeres de más 50 años solamente causa un 0,5 % de las ITU bajas.

Ya hemos comentado, que no todas las cepas de E. Coli poseen la misma capacidad para infectar el aparato urinario y solamente las cepas con determinado grado de virulencia son capaces de producir una infección en pacientes con el aparato urinario intacto.

Figura 4: Estructura del uropatógeno E.coli

Escherichia Coli (E. Coli.)
Escherichia Coli (E. Coli.)

Así, entre los principales factores de virulencia de la E. coli, destacan.

  • La presencia de adhesinas que permiten su adhesión al
  • La capacidad de estructurarse en biopelículas (biofilm).
  • La liberación de toxinas (hemolisinas, factor citotóxico necrotizante).

Habitualmente, el procedimiento de adhesión de los uropatógenos a la célula del huésped suele estar basado en la capacidad que poseen de pegarse a proteínas ya preexistentes en el tracto urinario, pero los factores de virulencia del E. Coli permiten que esta utilice un mecanismo diferente, ya que manufactura e inyecta su propio receptor en la célula huésped para adherirse a ella. En concreto, es la presencia de adhesinas especiales, la que le concede a la bacteria E. Coli una capacidad extra a la hora de adherirse y colonizar el tracto urinario, provocando, de esta forma, la interacción con las células epiteliales de la mujer a través de precisos factores de adherencia bacteriana: los pili o fimbrias.

Las fimbrias: Son estructuras en forma de pelo que se encuentran en la superficie de la bacteria. Son utilizados por la bacteria E.Coli para moverse y para transferir material genético a las células del urotelio y así adherirse fuertemente a estas. Existen numerosos tipos de Fimbrias, destacando, en las ITUs e ITUs de repetición (ITUs-R), tanto la Fimbria tipo I (Fim H) [presentes en la mayoría de cepas de E.Coli, formadas por un complejo aminoácido-azúcar (una glicoproteína llamada lectina), sensibles a la manosa y capaces de hacer que el E.Coli se una a residuos manósidos presentes en el tejido uroepiterial del huésped], como también la Fimbria tipo P [caracterizados por su resistencia a la manosa, por estar presentes en la mayoría de las   cepas de E.Coli que producen pielonefritis aguda y por habilitar al E. Coli para reconocer receptores glicolípidos renales](17). (31)

Ver en figura 5(18) y 6(1) del anexo 1, el proceso de adhesión de los Pili tipo I al urotelio sano y sus efectos patógenos.

Otro de los factores de virulencia relacionado expresamente con UPEC es la capacidad de este para estructurarse en biopelículas (biofilm)(4). (Ver figura 4: 5)

El mecanismo de patogenicidad se inicia por la adherencia íntima a las células superficiales de tracto urinario, activando un proceso de adherencia e invasión, el cual permite a la bacteria permanecer intracelularmente para formar comunidades bacterianas intracelulares. La interacción de UPEC con la célula promueve un estado de oxidación intracelular, promoviendo la filamentación de la bacteria y posterior eflujo por la lisis de la célula. La interacción célula-bacteria estimula un proceso de apoptosis y el desprendimiento de las células protectoras del tracto urinario (flujo de salida). El epitelio intermedio del tracto urinario permanece expuesto y UPEC coloniza nuevamente para un nuevo ciclo de infección. Después de la reinfección, UPEC puede permanecer intracelularmente en estado quiescente hasta varios meses.

Figura 5: Mecanismo de patogenicidad de E. Coli

Tal y como explican diversos estudios realizados acerca de la asociación de biopelículas   de UPEC con el patrón de susceptibilidad a antibióticos(19), la presencia de esta biopelícula permite, al citado microorganismo, una mayor supervivencia en ambientes hostiles y una mayor resistencia al efecto bactericida del tratamiento antibiótico, lo que dificulta, en gran medida, la erradicación del germen y potencia su replicación. Ver figura 7(20) (32) y 8(20) (32)  de anexo 1.

Además de los factores de virulencia del germen, existen otros factores de riesgo asociados a las ITU y, más concretamente, a las ITU-R. Estos factores son cambiantes y dependen, entre otros, de la edad, de los hábitos sexuales y/o de las condiciones fisiológicas y anatómicas del tracto urinario del paciente(12). (33)

En consecuencia, la propia anatomía urinaria femenina, las relaciones sexuales frecuentes, la menopausia, el uso de preservativo, diafragma o DIU como anticonceptivo, la toma reciente de antibióticos, el estreñimiento, los cambios bruscos de temperatura o el hecho de tener antecedentes familiares con ITU de repetición, son factores de riesgo relevantes que aumentan la posibilidad de padecer ITU e ITU de repetición(12) (33) (Ver tabla 4(1))

 Tabla 4: Principales factores de riesgo asociados a ITU en mujeres.

Etiología y resistencias antibióticas

Las infecciones urinarias suelen estar producidas por enterobacterias que colonizan el tracto urinario por vía ascendente. De modo general, Escherichia coli (E. coli) es el microorganismo más frecuentemente identificado, en el 70-79% de los cultivos positivos. Otros microorganismos aislados en orden de frecuencia son Klebsiella spp. (2,3%-6,8%), Proteus spp. y Morganella spp. (4,3%-7,4%), Serratia spp., Citrobacter spp., y Enterobacter spp. (2,9%), Enterococcus spp. (3,2%-5,5%) y Pseudomonas aeruginosa (1,4%). En el 95% de los casos se trata de infecciones monomicrobianas. El espectro de agentes etiológicos es similar en las ITU superiores e inferiores sin complicaciones. Sin embargo, existe mayor aislamiento de microorganismos no E. coli en caso de ITU complicadas, en tratamiento antibiótico empírico e ITU de repetición (10, 11).

Un punto fundamental al analizar la etiología de las infecciones urinarias son las resistencias antibióticas. Se trata de un tema de preocupación para los sistemas sanitarios. Las resistencias antibióticas no solo tienen su influencia en las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria o a las infecciones nosocomiales, sino que también son de trascendencia en infecciones adquiridas en la comunidad. Datos del European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) muestran importantes aumentos en las resistencias a los principales grupos de antibióticos empleados en el manejo de las infecciones de orina, con valores que llegan a cifras de hasta el 10% para cefalosporinas y por encima del 25% en quinolonas (12). De este modo, la aparición de resistencias va a tener un impacto de modo global, ya que, por un lado, suelen conllevar resistencias a diferentes tipos de microorganismos del mismo tipo, por ejemplo, con producción de enzimas que afectan a bacilos gram negativos, como E. coli, Klebsiella pneumoniae, Enterocater spp. Por otro lado, la aparición de resistencias asocia que exista actividad cruzada que afecte a diferentes tipos de antibióticos o conllevar menor sensibilidad a otros antibióticos. Por ejemplo, mecanismos que confieren resistencias a betalactámicos o aparición de enterobacterias productoras de betalactasas de espectro extendido (BLEE) pueden provocar menor sensibilidad a grupos como quinolonas, aminoglucósidos, tetraciclina o trimetoprim-sulfametoxazol (13). Entre los grupos de antibióticos con bajas tasas de resistencia se encuentra la fosfomicina, con valores en nuestro medio por debajo del 5%. Todo ello conlleva a que debe adaptarse el uso de antibióticos, intentando minimizar el consumo de antibióticos, por ejemplo, en la prevención de las ITU de repetición, recomendando utilizar medidas antibióticas cuando sea posible (1). Entre los factores de riesgo para el aislamiento de bacterias resistentes, incluyendo BLEE, se incluyen:

  • Edad superior a 65 años.
  • Diabetes mellitus.
  • Hospitalización en los meses previos.
  • Administración de antibióticos en los meses previos.
  • Infecciones urinarias de repetición.
  • Estancia hospitalaria prolongada.
  • Dispositivos invasivos durante un largo periodo de tiempo (catéter/sondaje urinario, tubo endotraqueal, vía central).
  • Anormalidades del tracto urinario.