Tratamiento de las ITU (Las infecciones del tracto urinario o ITU’s 2 a parte )

Tal y como se ha explicado anteriormente, no todas las ITU conllevan un tratamiento farmacológico asociado, tanto es así que, en las ITU no complicadas y asintomáticas, son ya de sobra conocidas ciertas medidas no farmacológicas, que, en muchos casos, son base de una óptima educación sanitaria relacionada con la profilaxis de ITU-R y de ITU postcoital.

Estas rutinas se asientan en prácticas tales como lavarse antes y después del coito, beber abundante agua, orinar tras la relación sexual, evitar el estreñimiento, limpiarse la vagina de adelante a atrás después de orinar, rehuir del uso de tampones o utilizar ropa interior de algodón(22). (34)

Sin embargo, en el caso de las ITU e ITUr no complicadas sintomáticas, y más aún si nos referimos a las ITU complicadas (las cuales conllevan un tratamiento más agresivo, duradero y específico que no vamos a examinar en el presente estudio), es necesario realizar pruebas diagnósticas específicas, como el urocultivo, y establecer una pauta farmacológica adecuada al diagnóstico obtenido.

Al contrario de lo que pasa con la etiología de las ITU, el desarrollo de resistencias de los  uropatógenos a los antimicrobianos es constante y diverso, por ello, para poder ajustar una pauta de tratamiento adecuada y conseguir controlar la sintomatología, erradicar la bacteria del tracto urinario y evitar la reincidencia, es indispensable conocer cuál es el agente causante de la ITU y sus tendencias estadísticas de sensibilidad esperada a los antimicrobianos.

La elección de uno u otro antibiótico, como tratamiento empírico de la ITU e ITUr no complicada sintomática, debe estar basada en los patrones de sensibilidad del área, la  eficacia, tolerabilidad y efectos adversos, así como del coste y la disponibilidad(21) (35.

Así, es de especial importancia el conocimiento de los mecanismos y las tasas de resistencia en E. coli, responsable de una amplia mayoría de ITU y de ITU-R.

Diversos estudios(23) (36) han demostrado que, en España, existen altos porcentajes de resistencia de

  1. coli a diversos antibióticos.

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), de la mano del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, llevan tiempo alertando sobre la necesidad urgente de cambiar la forma de prescribir y utilizar los antibióticos, modificando los comportamientos actuales, ya que, en caso contrario, la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza.

Tanto es así que, dichas instituciones, están llevando a cabo un “plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de la resistencia a los antibióticos”(24), (37) con el que pretenden que la resistencia antimicrobiana y sus consecuencias no se conviertan en importante causa de muerte de los próximos años.

Este importante incremento de resistencias a antb por parte de los gérmenes habituales productores de ITU e ITU-R, ha llevado a que numerosos investigadores apuesten por la búsqueda e implantación de nuevos ttos y, así, disminuir o, incluso, evitar la aparición de ITU e ITU-R, aumentando la calidad de vida de las personas que frecuentemente sufren estas infecciones, reduciendo el elevado gasto sanitario que suponen y, al mismo tiempo, menguando los riesgos de aparición de resistencias antibiótica de los gérmenes que las provocan.

En las pacientes jóvenes (en las cuales las ITU suelen estar relacionadas con la actividad sexual), en pacientes menopáusicas sin patología uroginecológica de riesgo (en las cuales las infecciones se relacionan con un déficit de estrógenos a nivel vaginal), en las mujeres con patología ginecológica no tributaria de tratamiento quirúrgico (por ejemplo, contraindicación médica) y en los casos en los que persistan las recurrencias, se considerará una de las siguientes estrategias terapéuticas:

  1. Profilaxis antibiótica postcoital
  2. Profilaxis antibiótica continua
  3. Aplicación de estrógenos tópicos
  4. Vacunas
  5. Ingesta de un complemento alimenticio con D-manosa, probióticos y arándano rojo americano. 

Ingesta de un complemento alimenticio con D-manosa, probióticos y arándano rojo americano:

D-MANOSA

La D-Manosa es un azúcar simple, sin ningún papel metabólico importante, de agradable sabor, estructuralmente relacionado con la glucosa. Se produce de manera natural y en cantidades relativamente pequeñas en alimentos tales como melocotones, manzanas, naranjas y bayas como arándanos y arándanos agrios.

Después de su ingesta, la D-Manosa es absorbida casi inmediatamente en la parte superior del tracto gastrointestinal, por lo que no se convierte en glucógeno en el hígado, sino que entra prácticamente inalterada en el torrente sanguíneo.

En el período de una hora aproximadamente, el 90 % de la manosa que se ha ingerido se puede encontrar en la sangre. No tiene ningún efecto en el intestino ni en el metabolismo de la glucosa, por lo que puede ser utilizada por los diabéticos con total seguridad. La D-Manosa circula en gran medida sin alteraciones por la sangre y es rápidamente excretada por los riñones en la orina.

Existen numerosos tipos de Fimbrias, destacando, en las ITUs e ITUs de repetición (ITUr), tanto la Fimbria tipo I (presentes en la mayoría de las cepas de E.Coli, formadas por un complejo aminoácido-azúcar, una glicoproteína llamada lectina, sensibles a la manosa y capaces de hacer que el E.Coli se una a residuos manósidos presentes en el tejido uroepiterial del huésped), como también las Fimbrias tipo P (caracterizados por su resistencia a la manosa, por estar presentes en la mayoría de las   cepas de E.Coli que producen pielonefritis aguda y por habilitar al E. Coli para reconocer receptores glicolípidos renales)(17). (31)

ARÁNDANO ROJO AMERICANO (PAC TIPO A)

Numerosos estudios han demostrado que la toma de arándano rojo americano (obtenido de la planta Vaccinium macrocarpon) puede ayudar a prevenir las ITUr. El componente activo del arándano rojo americano, las proantocianidinas (PACs) de tipo A, ejerce una acción sobre las otras fimbrias que también confieren a E. coli su potencial patógeno: las Fimbrias tipo P (manosa resistente).

LA ACCIÓN SINÉRGICA DE D-MANOSA Y LAS PAC TIPO A DEL ARÁNDANO ROJO EVITA LA ADHESIÓN DE UROPATÓGENOS AL UROTELIO. BLOQUEAN LAS “FIMBRIAS TIPO I” Y “FIMBRIAS P”: FACTORES DE VIRULENCIA NECESARIOS EN LAS ITUs.

Probióticos

La aplicación de microorganismos probióticos en urología no es nueva, ya que data de la  primera mitad del siglo XX; sin embargo, en las últimas dos décadas, es cuando han cobrado especial interés en la prevención de ITUr.

El biofilm bacteriano que cubre las células epi­teliales del tracto genital en una mujer sana contie­ne elevadas poblaciones de Lactobacillus y cuando existe deficiencia de ellos (por fluctuaciones hor­monales fisiológicas, principalmente estrógenos, tratamiento antimicrobiano, espermicidas, etc.) la barrera natural contra los potenciales microorga­nismos patógenos se altera, aumentando el riesgo de colonización por uropatógenos.

Las especies que están presentes en la micro­biota vaginal varían de una mujer premenopáusica a otra postmenopáusica. La microbiota de una mujer sana premenopáusica está dominada generalmente por especies de Lactobacillus, siendo las más comunes L. iners, L. crispatus, L. gasseri y L. jenesenni, seguidos por L. acidophilus, L. fermen­tum, L. plantarum, L. brevis, L. casei, L. vaginalis, L. delbrueckii, L. salivarius, L. reuteri y L. rhamnosus.

El papel defensivo de los probióticos se atribuye a la capacidad de restauración de la microbiota intestinal alterada que accede al aparato urogenital por vía “FECAL-PERINEAL-URETRAL1 minimizando el tránsito de UPEC, reduciendo el reservorio GI y vaginal.

Los probióticos contribuyen a la restauración de la microbiota vaginal normal, previniendo las ITUs.

El papel defensivo de los Lactobacillus se atri­buye a su simbiosis con patógenos, a la capacidad de producir sustancias antimicrobianas (como el peróxido de hidrógeno, que inhibe el crecimiento del patógeno), a la producción de bacteriocinas (que inhiben la adherencia bacteriana) y su capacidad para sobrealimentar macrófagos, leucocitos, citoquinas y otras defensas del huésped 1,3

Ayudan, por tanto a la recuperación de la concentración vaginal de Lactobacillus, a normalizar la producción de peróxido de hidrógeno, bacteriocinas, ácido láctico y pH vaginal, y restablecer la “barrera vaginal”.

Los estudios de actividad antimicrobiana realizados con los Lactobacillus de las fórmulas de Urocran® y Urocran® Forte, demostraron inhibición de la adhesión de uropatógenos, entre ellos Escherichia coli.

Los Lactobacillus puede inducir un estrés sobre la membrana externa de Escherichia coli, afectando adversamente a la es­tructura de las fimbrias. Pueden disminuir el pH intestinal favoreciendo el crecimiento de organismos beneficiosos y aumentar la resistencia a la colonización, al competir con patógenos que, igual que los propios probióticos, intentan unirse a los sitios de adhesión en la superficie del epitelio.

De esta forma, en el caso de mujeres con cistitis aguda bacteriana recurrente no complicada, resulta claramente beneficioso la toma de alimentos y/o complementos alimenticios con probióticos(22). (34)

Justificación 

Las infecciones del tracto urinario, y más concretamente de las vías bajas no complicadas (cistitis), representan el segundo proceso infeccioso de mayor incidencia en la población española actual y suponen un gran gasto anual en los servicios sanitarios. A pesar de ser consideradas como infecciones de poca gravedad, su alta morbilidad, al presentar un importante efecto nocivo en la calidad de vida de las mujeres, las ha posicionado como las causantes de un significativo porcentaje de bajas laborales del colectivo femenino.

El uso continuado, y en ocasiones indiscriminado, de antibióticos como tratamiento de esta patología y sus recidivas, generan importantes alteraciones en el organismo de las mujeres que las sufren y son causa de un alto porcentaje de complicaciones al haberse generado, así, importantes resistencias de los gérmenes a los antimicrobianos.

Gracias a los importantes avances relacionados con el tratamiento preventivo de las cistitis bacterianas recurrentes, en la actualidad, no es difícil encontrar otras alternativas terapéuticas, como son las autovacunas orales, el reemplazo estrogénico en mujeres postmenopáusicas o complementos alimenticios con probióticos, reservando, así, el tratamiento antibiótico tradicional para casos complicados y/o excepcionales.

Urocran® y Urocran® Forte es un complemento alimenticio que combina D-manosa, PAC Tipo A de arándano rojo americano y una mezcla de probióticos.

Son productos coadyuvantes, recomendados para la cistitis urinaria y prostatitis.