La prostatitis es una condición que puede generar muchas dudas, especialmente en la pareja de quien la padece. Una de las preguntas más comunes es: “¿La prostatitis es contagiosa para la mujer?”. Esta duda puede aparecer cuando se presentan molestias tras las relaciones sexuales o cuando hay antecedentes de infecciones en ambos miembros de la pareja.
¿Puede un hombre transmitir una infección de próstata a una mujer?
La respuesta corta es no, la prostatitis no es una enfermedad contagiosa. Sin embargo, hay matices importantes que merece la pena entender.
La prostatitis es una inflamación de la glándula prostática y, a veces, de la zona que la rodea. Solo las personas asignadas como hombre al nacer tienen una glándula prostática. Se sitúa debajo de la vejiga, rodeando la uretra y tiene la función de generar el líquido seminal. En los casos de prostatitis bacteriana aguda o crónica, la infección suele estar originada por bacterias que también pueden afectar a otras zonas del tracto urinario, como la Escherichia coli. Las infecciones causada por estas bacterias no se consideran una enfermedad de transmisión sexual, pero en algunas ocasiones, las relaciones sexuales pueden favoracer el ascenso de la bacteria al tracto urinario de la mujer y aumentar el riesgo de una infección urinaria o vaginal. En caso de dudas, siempre es conveniente consultar con un especialista.
En cambio, cuando se trata de prostatitis crónica no bacteriana o síndrome de dolor pélvico crónico, no hay microorganismos implicados y, por tanto, no hay riesgo de transmisión.
Es importante destacar que si la prostatitis es consecuencia de una enfermedad de transmisión sexual (ETS) como la clamidia o la gonorrea (que sí son contagiosas), entonces no se transmite la prostatitis en sí, sino la infección causante, que puede afectar a ambos miembros de la pareja.
Glándulas de Skene: por qué no son lo mismo que la próstata
Las glándulas de Skene son pequeñas glándulas parauretrales situadas alrededor del tercio distal de la uretra femenina. No están ubicadas en el mismo sitio que la próstata. Su función principal es secretar un fluido lubricante hacia la uretra.
No producen semen (las mujeres no producen semen, que es lo que hace la próstata) ni tienen el papel endocrino o exocrino que tiene la próstata en el hombre.
Por tanto, no son una “próstata” en sentido anatómico ni funcional completo.
Durante el desarrollo embrionario (o sea, antes de nacer), las glándulas de Skene y la próstata masculina se originan del mismo tejido: el seno urogenital, y comparten ciertas características:
- Presencia de antígeno prostático específico (PSA) y fosfatasa ácida prostática (PAP) en el tejido.
- Organización glandular histológicamente parecida (aunque mucho más pequeña).
Esto es lo que llevó a algunos artículos científicos a llamarlas “prostate-like tissue”.
De manera que, popularmente, puede usarse el término “próstata femenina” porque comparten origen embrionario y ciertos marcadores (PSA, PAP), pero científicamente y clínicamente, no es una definición correcta porque:
- No tienen las mismas funciones.
- No presentan las mismas enfermedades (no hay hiperplasia ni cáncer equivalente).
Infecciones compartidas en pareja
Dado que las personas asignadas como mujer al nacer no tienen glándula prostática, no pueden desarrollar prostatitis.
Sin embargo, en una relación de pareja donde uno de los miembros presenta una infección bacteriana en el tracto urogenital, sí puede haber un riesgo indirecto para la salud urinaria femenina.
Esto se debe a que ciertas bacterias, como Escherichia coli, implicadas con frecuencia en las infecciones urinarias y también en algunas prostatitis, pueden transmitirse durante las relaciones sexuales. En condiciones favorables, estas bacterias pueden ascender por la uretra femenina y dar lugar a una infección urinaria (cistitis).
Aunque esta transmisión no es automática ni frecuente, sí se ha observado que el contacto íntimo sin protección con una pareja que padece una infección urogenital activa puede aumentar el riesgo de que la mujer desarrolle una infección del tracto urinario.
Esto no significa que se “contagie” la enfermedad del hombre a la mujer, sino que las bacterias causantes pueden compartirse en el contexto de una relación sexual.
Salud urinaria femenina ante la prostatitis masculina
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Urocran no sustituye al tratamiento antibiótico en caso de infección activa, pero sí puede ayudar a prevenir nuevas recaídas. Además, es una opción natural, segura y avalada por evidencia científica, que acompaña el proceso de recuperación.
Ahora ya sabes la respuesta a una de las preguntas más buscadas: ¿la prostatitis es contagiosa para la mujer?. Y también que, en caso de infección bacteriana activa o una ETS, es importante evitar las relaciones sexuales sin protección hasta haber recibido el tratamiento adecuado.
Fuentes
- EAU Guidelines on Urological Infections. European Association of Urology. [Internet]. [cited 2025 Dec 3]. Available from: full guideline PDF. https://uroweb.org/guidelines/urological-infections
- Asymptomatic chronic bacterial prostatitis causing recurrent cystitis to the female sexual partner: Apropos of three cases. (Case report). 2023–2024 (publicaciones en ResearchGate/Academia).
- Sexually Transmitted Infections Treatment Guidelines, 2021. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). [cited 2025 Dec 3].
- Rees J. Diagnosis and treatment of chronic bacterial prostatitis and chronic pelvic pain syndrome. BJU Int. 2015 (revisión clínica sobre manejo). bjui-journals.onlinelibrary.wiley.com

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