¿Qué es la próstata?

La próstata es una glándula del tamaño de una nuez que forma parte del sistema reproductivo masculino, está situada debajo de la vejiga, ejerce presión para expulsar el semen al exterior a través de la uretra.

Su principal función es la de producir líquido seminal que nutre y protege a los espermatozoides. La próstata puede sufrir varios trastornos, los más frecuentes son:

  • Hiperplasia prostática benigna (HPB)
  • Cáncer de próstata.
  • Prostatitis.

¿Qué es la prostatitis?

La prostatitis es una hinchazón o inflamación de la próstata, que puede deberse a una infección bacteriana o no. Puede afectar a hombres de todas las edades, aunque es más común a partir de los 50 años.

No hay una causa única o concreta para sufrir prostatitis. Normalmente, suele deberse a una infección bacteriana, aunque algunas lesiones, como una obstrucción o estrechamiento de la uretra, podrían dar lugar a esta infección.

Causas y tipos de prostatitis

Las causas de la prostatitis son diversas y dependen del patógeno que origine la inflamación. Puede ser de origen bacteriano o no bacteriano.

Según el tipo de causa que origine la inflamación se determinan dos tipos de prostatitis; prostatitis bacteriana y prostatitis abacteriana.

La prostatitis bacteriana: es la que está causada por la infección de alguna bacteria que han conseguido penetrar en la uretra. Puede ser aguda o crónica.

La infección aguda generalmente es provocada por cepas comunes de bacterias, puede comenzar cuando las bacterias presentes en la orina se filtran a la próstata.

También se puede generar la prostatitis a causa de las infecciones transmitidas por contacto sexual como la clamidia o gonorrea.

Lo normal es utilizar antibióticos para tratarla. Si no se consigue eliminar con el tratamiento o vuelve a aparecer, entonces pasa a ser una prostatitis crónica. La aguda es más fácil de reconocer que la crónica.

Cuando se produce una infección de la próstata que no se debe a una bacteria, por ejemplo, por una lesión en los nervios de las vías urinarias inferiores, hablamos entonces de prostatitis abacteriana. Las causas más comunes que pueden producir la infección son:

  • Golpes que pueden lesionar u obstruir la uretra.
  • Irritación por sustancias químicas o por un reflujo de la orina.
  • Estrés o factores emocionales y psicológicos.
  • Este tipo de inflamación es mucho más difícil de tratar y controlar. En este caso, hay que prestar especial atención a los síntomas, porque pueden derivar en otros problemas urinarios o sexuales.

Síntomas de la prostatitis

Los síntomas comunes de la prostatitis, tanto bacteriana como no, son:
• Disuria: sensación de picor, escozor o ardor al orinar y dificultad para hacerlo.
• Necesidad constante de orinar.
• Presencia de sangre en la orina.
• Dependiendo de la infección, puede causar fiebre y destemplanza.
La prostatitis bacteriana, puede implicar también los siguientes síntomas:
• Molestia en los testículos y en la ingle.
• Presión o dolor en la parte baja del abdomen.
• Disfunción eréctil, total o parcial.
• Dolor al eyacular, a veces puede ser precoz.
• Pérdida del deseo sexual.

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Tratamientos convencionales de la prostatitis bacteriana

El diagnóstico se basará en un análisis de sangre, orina y semen, para tratar de determinar el origen de la infección. Una vez se conozca, lo/as especialistas determinarán el tratamiento correspondiente, que normalmente suele ser a base de antibióticos para la infecciones bacterianas, durante unas semanas.

En algunos casos, si lo/as especialistas lo consideran conveniente, pueden mandar también algún tipo de antiinflamatorio para el dolor.

Es probable que la infección no se elimine por completo después de los antibióticos. En estos casos es recomendable el uso de probióticos como coadyuvante al tratamiento, sobre todo para evitar que las infecciones se vuelvan recurrentes

Prostatitis bacteriana recurrente

A pesar de ser un trastorno bastante raro, la prostatitis bacteriana crónica es una infección recurrente de la glándula prostática difícil de tratar.

Los síntomas de la infección suelen ser similares a los síntomas de la prostatitis bacteriana aguda, pero menos intensos.

Sin embargo, los síntomas de la prostatitis bacteriana crónica generalmente se extienden durante un tiempo más prolongado y no presentan fiebre, al contrario de lo que sucede en caso de una infección aguda.